diario de un Budoka

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El valor del cinturón.

Una de las cosas que hizo un gran hincapié fue un mensaje a los cinturones negros, el cual se centralizó el hecho de la gran responsabilidad que recae en ellos al ser la enseñanza del Karate-Do una mezcla de enseñanzas de técnicas y de valores. Que el reflejo de lo que son los cinturones negros –Tanto Sempais y Senseis- son sus alumnos. Y como bueno reflejos debían hacer todo bien ya que los alumnos y grados Kyu los tenemos como referencia y ejemplo.

Esto se traduce en hacer siempre las técnicas limpias, pero más allá de la técnica, esta preocupación debe ir más allá hasta llegar desde como se trata a las personas hasta como uno lleva su vida.

Así, Shihan usó la analogía de una bicicleta para ilustrar la relación Alumno-Sensei:

Que Sensei es aquél que lleva las manos en el manubrio, es el guía y que el alumno es quién pedalea y hace que la bicicleta comience a andar. Si la rueda delantera va hacía atrás y la trasera hacia delante no se llegará a ningún lado: ambas deben avanzar y el sensei debe guiar para que esta relación sea exitosa.

Y finalizó su charla hablando de la naturaleza del cinturón negro. Tomó un trozo de género y dijo: “Esto nada vale, Uds. bien lo saben. Son Uds. sus acciones y su karate los que quienes le entregan valor al cinturón”.

En una nota aparte, yo veía a Shihan como un hombre muy serio y profundo, pero al conocerlo me di cuenta que era mucho más: es un hombre que sabe disfrutar y aprender del hoy y del ahora, que no se abruma por el futuro (pero sin dejar de estar conciente de lo que deba hacer) y que el pasado sólo ha sido enseñanza. Para mi fue el ejemplo vivo del Zen, del Zen en movimiento que es Genbu-Kai.

Domo Arigato Shihan Fumio Demura por visitarnos.

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