28.2.08

Tormentas

Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más fuertes
Publicadas por Sauce a la/s 22:28 | 1 comentarios  
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9.2.08

Sensei

La relación de alumno con sensei es difícil de definir, es extraña.
Bien es sabido que el dojo, su jerarquía se parece mucho a un patriarcado, pero Sensei (al menos en la experiencia occidental) no se parece mucho a un padre.

Al principio, cuando uno recién comienza, Sensei obtiene una figura más de “Anfitrión” o dueño de casa y tú eres más como un invitado, como un viajero que está de paso. Como dueño de casa, te muestra el lugar, te enseña como comportarte dentro del espacio (obviamente, este paso, un sensei no debe enseñárselo a un alumno oriental), de cómo saludar, de cómo transitar…

En este periodo, uno está como desconfiado. Lo nuevo siempre asusta, más parte de nuestro aprendizaje que debemos desprender. En esta etapa uno hace, pero aún no cree…
Luego, cuando uno ve que su cuerpo puede hacer lo que no creíamos que sería capaz, cuando uno ya ha conocido el dolor y entender que es sólo nuestra técnica floreciendo en nosotros.

En ese momento Sensei, que sigue siendo el mismo, cambia para nosotros. Sus palabras dirigidas a uno, por más sencillas que sean estas, se graban en fuego en nuestras mentes. Y si alguien te dijera lo mismo… sólo serían palabras… palabras que no pesan ni cargan con sabiduría… no serían palabras de sensei.
Publicadas por Sauce a la/s 01:58 | 1 comentarios  
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2.2.08

El Karate no es algo lógico


Hay un nakama que pregunta el por qué de cada técnica. Si bien, es bueno interesarse del por qué de las cosas, cuando uno lleva muy poco tiempo practicando, la teoría puede ser más un obstáculo que una ayuda.

Sensei enseña el karate a nosotros, Nakamas, como un maestro les enseña Zen a sus discípulos: con acertijos que, de primera, nos parecen absurdos e ilógicos. Así, como los koans, las técnicas no deben ser cuestionadas con la mente y con las reglas de la lógica. Debes entender que nada parecerá cómodo porque tu cuerpo nunca había hecho karate antes que hoy.

Hay que olvidarse de todo, de aprender a soltar lo que se ha aprendido hasta ahora y dejar espacio para el nuevo conocimiento que el karate te entregará.

Al principio, ningún movimiento, ningún kata tiene sentido ni lógica. No dejes que este aspecto te desanime. Aunque no lo creas, tu cuerpo, el mismo cuerpo que tratas de entrenar será el que terminará por enseñarte los secretos del karate que practicas.

Ten confianza en que Sensei no está enseñándote ninguna tontería, olvídate de ti. Como sale en la película “El último samurái”: el protagonista fallaba en su entrenamiento porque estaba muy consiente de su entorno. Tenía la mente en lo que podría decir la gente, o su oponente y en su técnica… y la forma para tener éxito era olvidarse de su mente, de su raciocinio, de su lógica. Llegar a un estado de “No mente”

Imita a tu Sensei. Imita sus movimientos, obsérvalos bien. Mira a tus Sempais, observa a tus compañeros más avanzados. Y un día responderás todas preguntas, sin siquiera haberlas preguntado.
Publicadas por Sauce a la/s 03:17 | 1 comentarios  
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