Conoce el dolor
Una de las cuatro nobles verdades del Zen es aceptar que la vida está llena de sufrimiento y el fin de este se puede lograr luchando contra la propia ignorancia, evitando las malas obras y sin duda, aceptar al mundo como es: un mundo lleno de dolor.
Logrando asimilar el concepto de que la vida es dolor, este último pierde su significado, se puede experimentar y saber que no durará para siempre. Así como la indulgencia a los deseos, cómo buscar placer en el comer, sólo durará lo que demores en masticar y tragar la comida, el dolor será efímero.
La práctica del Karate no está excenta de este dolor. Cuando uno comienza en la práctica del Karate, el dolor está en cada momento de la práctica, ya que tu cuerpo (si no ha sido acondicionado a través del ejercicio con anterioridad) sufrirá un cambio bastante doloroso. Por inercia trataremos de evitarlo, mientras que en este momento el dolor es un signo de la buena práctica. No hay que evitarlo, pero tampoco llevar tu cuerpo de una vez al extremo, debes cuidar de tu cuepro y el de tus compañeros.
Muchas de las cosas tan naturales en la vida están marcadas por el dolor. Nuestro propio nacimiento es traumante y doloroso, tanto para la madre como para el recién nacido, pero no será mucho tiempo cuando el recién nacido se encuentre comfortable en los brazos de la madre.
De por si el dolor no es malo. Es sólo una forma que nuestro cuerpo tiene de comunicarnos de que estamos vivos.