Como recuerdo, Shihan siempre entrega a quién se lo pida un kanji escrito con su puño y letra.
La caligrafía en oriente también es un tipo de Do, como el arte marcial, de ahí que sólo una forma hecha de tinta y pincel contenga tanto valor.
Para esta oportunidad Shihan nos obsequió a todos la palabra “Mushin”
Shihan la definio como la “No mente”.
Mushin es básicamente pensar sin pensar, actuar sin conciencia, volver nuestros actos concientes en actos instintivos.
De ahí que surge la necesidad de repetir una y otra vez una técnica, para que tu mente se olvide de ella y tu cuerpo (o instinto) actúe. Si bien lo que se nos enseña en el dojo lo aprendemos concientemente, nuestro trabajo final es olvidar lo que hacemos y lograr que la técnica se desarrolle por si sola. Que no haya mente en el movimiento, no en términos de descuidar lo que se hace, sino que aprenderlo tan bien, que no sea necesario estar conciente de la técnica y aún así llevarla a cabo.
Mushin es uno de los pilares de la práctica Zen.
A pesar de haber leído varios libros sobre el Zen, no comprendí mucho el mensaje de estos ya que hablaba reiteradamente de la “no mente”.
Gracias a Shihan, ahora comprendo un poco mejor lo que ya había leído.
Pero Mushin también tiene otro contexto.
Usualmente se usa mientras uno se prepara para competir. Mushin es un estado de conciencia sin miedo, ni egoísmo, codicia u otro sentimiento dañino que nos aleja del camino.
Es una actitud humilde. De dar lo mejor de sí en el combate y no combatir para demostrar que nuestra manera es la más correcta, para obtener atención, etc, etc.
Mushin, según Shihan Fumio Demura, es enfrentarse al tatami de competición con una mente de “dar lo mejor de si y dar lo mejor de nuestro karate”.
Mushin es no mente, esa mente que nos encierra y hace que busquemos nuestro tesoro más allá de nosotros, sin saber que tenemos todo lo que ya necesitamos.
Gracias Shihan por esta nueva enseñanza.